En Colombia afortunadamente existe una importante oferta de servicios financieros y afines de este sector, atendidos mayoritariamente por el sector privado, en pocos casos por el sector público y con una creciente participación del tercer sector o más conocido como sector solidario, pero desafortunadamente de una parte, muy dispersos, y de otra parte, en ocasiones desconocidos en gran parte de ellos, fundamentalmente por los emprendedores y empresarios quienes deberían ser los principales usuarios y dinamizadores del sector como sucede en algunos países.
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